Tenía casi 20 años buscando unos ñoquis que estuvieran a la altura de mis recuerdos. Hace exactamente un mes estaba caminando por las calles de Buenos Aires, rumbo a una cita con el Palacio de la Papa Frita sobre la Av. Corrientes cuando un letrero me recordó que era 29. 29 de ñoquis, 29 para poner “plata” debajo del plato. Así que, en un cambio radical de planes me puse a buscar un lugar que ofreciera pasta y no carne.
Era mi última noche en Buenos Aires, así que el margen de error era mínimo. Si no elegía un lugar adecuado, no sólo habría sacrificado mi cena en el Palacio de la Papa Frita sino que hubiera visto frustrado mi intento de comer unos ñoquis decentes. Caminé e incluso entré a varios locales… evaluaba el lugar, el menú, la gente y salía. No estaba perfecto, algo hacía falta…
Estaba improvisando, buscando un lugar que cerrara mi viaje por Argentina con broche de oro. Ñoquis el 29.
Sin posibilidad de consultar Google o preguntar en Twitter, recurrí a los metódos tradicionales, pregunté en la calle esperando una respuesta que me convenciera. Ojo, cuando uno es turista, la gente tiene una tendencia natural de recomendar lugares “para-turista”, traducese “caros y no tan buenos”! así que hay que especificar que buscas el lugar que ellos mismos frecuentan. Así me mandaron a visitar “Pippo”.
Pippo tiene todo el ambiente que buscaba. Se ve un lugar local, donde la pasta no es un plato extra sino un protagonista. Las mesas sencillas con manteles individuales de papel, sin embargo con cierta elegancia que te garantiza un lugar formal.
Llegué a una hora totalmente irregular para las costumbres argentinas pero aún así había dos o tres mesas con gente (sea comiendo tarde o cenando increíblemente temprano). Los meseros me atendieron rápidamente pero sin las exageraciones que distinguen a los lugares caros o para turistas.
Hice mi orden sin mucho drama. Unos Ñoquis al tucco y una botella de vino de 375ml. ! Inmediatamente llegó una canastita con pan variado y muy rico junto con algo de mantequilla. El pan se sentía casero, del día más no del momento. La espera me estaba matando … hasta que llegaron mis Ñoquis !
Ejecutados sin el tradicional trazo en caracol del Gnocchi, el sabor era tal como lo recordaba. De consistencia suave con el sabor único que le da la papa al ser mezclada en la masa. El tucco, haciendo lujo del riquísimo jitomate preparado al punto y con un balance perfecto de especias. Un plato de ñoquis tal como lo añoraba.
Se me presentó igualmente una generosa porción de queso parmesano muy finamente rayado que daba el acento perfecto al platillo. Como escena en camara lenta, cargué mi tenedor asegurándome de incluir una porción generosa de tucco con queso parmesano y lo probé. Luego de dejarme invadir por los sabores, cerré el bocado con un pequeño trago de vino ! Ese sentimiento … esa sensación de éxtasis es la razón de ser de este blog. Es la experiencia capturada para siempre.
Luego de la deliciosa comida, no podía esperar menos del postre. Para un lugar y una comida tradicional…. nada como un postre clásico. Un flan casero napolitano. Aquí también, creo que vale más una imagen a mil palabras.
El lugar, fue el broche de oro. En un viaje donde abundaron los exquisitos cortes de carne y el rico vino… los ñoquis en Pippo se queda con una mención honorífica ! Un lugar declicioso que si bien, no esta en Puerto Madero, ofrece lo mejor de Buenos Aires, de la ciudad en su día a día, de tradición porteña que lleva desde 1937 contruyendose.
Pippo ofrece el Buenos Aires real. Si estan por ahí, yo los invito a tomarse un día para experimentar la comida local, salir de la ruta turista y gozar un buen plato de pasta, servido como hace 40 años. Como debe de ser.
Saludos y provecho !
Pippo
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Buenos Aires, Argentina
(0)11 4374 0762
pipporestaurant.com
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