La cocina es una de las aristas culturales y sociales más importantes de una civilización. Japón, tiene una cultura riquísima y esto se refleja en lo exquisito de su oferta gastronómica… Uno de los platillos que más me gustaron en mi último viaje a Tokyo, fue el ramen.
Una deliciosa combinación de caldo y fideos con un intenso sabor e ingredientes complejos. Caldo espeso acompañado de cortes delgados en este caso de cerdo, un huevo entero cocido y unos fideos más que exquisitos cocidos en el caldo. El plato venía acompañado de unas hojas de alga y varios otros sabores que honestamente no podría listar. Se sirvió muy caliente, y los olores me conquistaron de inmediato.
Dos caras del ramen resultan fascinantes, por un lado, su caldo, lleno de sabor en cada cucharada. Un caldo mucho más complejo que el miso y difícil de decifrar en términos de ingredientes pero que aporta un sabor diferente y lleno de personalidad. Existen varios tipos de caldo, diferenciados por su sazón, su textura y su base. En esta ocasión probé un tonkotsu.
Complementando el delicioso caldo, sus fideos. Los japoneses son estrictos en su etiqueta para comer ramen (y casi todo), los conocedores aseguran que los fideos no pueden estar en el caldo más de 5 minutos, después de eso, pasan su punto. Por ese motivo, en los restaurantes de ramen, la gente no socializa, llega se sienta y comienza a consumir sus fideos en cuanto llegan a la mesa (cosa que es muy difícil pues están super calientes, de ahí la sorbedera).
Un excelente opción para una comida rápida, acompañado de dumplings a la plancha, un pequeño preparado de soya y una pasta picosa, hacen de esta experiencia una verdadera aventura de los sentidos. El calor del caldo, la textura de los fideos y el contraste entre la pasta suave del dumpling y la superficie que entra en contacto con la plancha. Acompañando en cada bocado un poco de arroz blanco para devolver el equilibrio a los sentidos. Una verdadera montaña rusa de sabores.
En pocas palabras, me encantó el ramen y hoy mismo empieza mi búsqueda de una opción para satisfacer mi nuevo gusto ! Finalmente, mi experiencia una vez más reafirmó la importancia de los Jitomate Tours. Al descubrir la gastronomía local, nada como un guía que, no únicamente, te lleve a los lugares sino te recomiende qué pedir y asesore en cómo acompañar, sazonar y comer. Mi experiencia en ramen, hubiera sido más pobre de no tener una persona aconsejadome. Así que les recomiendo busquen siempre el consejo nativo para enriquecer sus experiencias gastronómicas cuando estén en tierras extrañas !
Saludos y provecho,
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